文化阅读:伊比利亚人的最大建筑物
El gran edificio de los íberosVICENTE G. OLAYA28 JUL 2019En plena Edad del Bronce 青铜时代(entre el 2100 y el 1500 antes de nuestra era), unos pobladores se asentaron(安家)en un otero escarpado(陡峭的小山丘)a las afueras del actual municipio de Garcinarro (Cuenca). Unos 400 años antes de Cristo fueron sustituidos por una población íbera que, a su vez, fue sojuzgada(奴役,统治)por los romanos. Pero como nada es inmutable(不变的), a estos los remplazaron los visigodos(西哥特人). Y cada una de las culturas que llegaron al montículo(小山)no destruyeron lo que las anteriores(指代?)habían levantado, sino que lo taparon(盖上).
Así, lo que hoy es el yacimiento arqueológico(考古遗址)de La Cava, de casi ocho hectáreas, se convirtió, como dicen los expertos, “en una serie de cápsulas del tiempo”. Cuando las han abierto, los arqueólogos han desenterrado(发掘)el más espectacular edificio íbero que se conoce: una edificación completa de tres estancias y de más de tres metros de altura. “Hasta donde sabemos, y seguimos investigando, no conocemos nada igual. Pensemos que habitualmente lo que solemos descubrir en este tipo de yacimientos son restos de muros realizados con piedras o adobes(砖坯), que en raras ocasiones superan el metro de altura”, explica el director de las excavaciones, Miguel Ángel Valero, profesor de Historia Antigua de la Universidad de Castilla-La Mancha. Mar Juzgado, arqueóloga del equipo de Valero, añade: “Desconocemos lo que vamos encontrar en esta campaña, porque no hay nada igual con qué compararlo”.
A principios de esta década, el entonces alcalde de Garcinarro, Antonio Fernández Odene, insistía una y otra vez ante las Administraciones en que a las afueras de su pueblo “había algo”. Nunca obtuvo una respuesta hasta que Valero se fijó en aquel extraño punto que aparecía en la carta arqueológica (documento secreto donde se señalan los posibles yacimientos de una zona) y le prestó atención. Comenzaron las excavaciones(洞穴)en 2014 y la sorpresa fue mayúscula(大的): un batiburrillo(大杂烩)de culturas que habían ocupado un cerro(小山丘)estratégico de las comunicaciones norte-sur del centro peninsular, sobre un cortado de más de 60 metros de altura.
El complejo incluye, además del “edificio singular” de unos 70 metros cuadrados(平方米), los restos de un poblado de la Edad del Bronce, una muralla de esta etapa cuya altura aún se desconoce y que está en proceso de excavación, un área de cazoletas (cientos de pequeños agujeros sobre una superficie rocosa) que pueden tener una finalidad de culto o artística, pero sin descartar otras, un cañón(峡谷)de 70 metros de longitud y unos siete de profundidad excavado en la roca por los pueblos prerromanos, así como decenas de grutas donde los eremitas(隐士)habitaron en época visigoda. Los arqueólogos ignoran la función del “edificio singular”.
Barajan diversas teorías, como que se trate de un templo o una zona de almacenaje(储存)y transformación de productos, pero no descartan ninguna otra. El edificio estaba dividido en tres estancias (una de ellas, además, subdividida en dos habitaciones). A la central se accedía a través de una puerta pétrea(岩石的)con dintel(门梁)y su muro sur estaba presidido por una gran hornacina(壁龛)de más de un metro de altura. El dintel posiblemente estaba agujereado en su centro, y a través de esta hendidura los rayos inundaban la sala e incidían sobre la hornacina, donde los íberos pudieron colocar alguna divinidad(神).
Lo curioso es que el sol solo tocaría al dios perpendicularmente(垂直地)a finales del mes de agosto, una fecha lejana de los solsticios de verano e invierno(夏至日和冬至日), algo que no ocurre en el resto de relojes solares del mundo. “Es un misterio, porque el final de agosto no coincide con(与……一致) ninguna etapa agrícola. ¿Para qué querrían marcar esa fecha?”, se pregunta Valero.
Posiblemente, un movimiento sísmico(地震)provocó la caída del dintel, que cayó por el enorme cortado que bordea(沿着)el río de la Vega y que protege el edificio por el norte. Los arqueólogos creen que lo encontrarán. El interior de las salas está rodeado de hornacinas y piletas(小水池)y en los suelos se distinguen varios hogares y hasta las huellas de una mesa. En los niveles estratigráficos de las diversas culturas que pasaron por La Cava se ha hallado cerámicas, fíbulas(别针)y herramientas (martillos y picos锤和镐) ibéricos; fragmentos de terra sigilata (vajilla romana) y escoria metálica(金属屑)de época visigoda.
El conjunto se ha conservado hasta nuestros días porque los pastores(牧工)lo reutilizaron. Convirtieron los edificios íberos en corrales(鸡舍). El misterioso cañón de 70 metros, retechado y cerrado con un portalón(通道), resultaba un lugar adecuado para guardar decenas de animales. Estos, con sus deposiciones, iban, a la vez, sellando los restos que íberos, romanos y visigodos habían dejado sobre el terreno durante más de 25 siglos. Hasta que llegaron los arqueólogos y se hicieron preguntas.
文章来源:ElPaís
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