西班牙国王费利佩六世2021年圣诞致辞
西班牙国王费利佩六世2021年圣诞致辞Mensaje de Navidad de Su Majestad el Rey
Palacio de La Zarzuela. Madrid, 24.12.2021
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Buenas noches,
Mis primeras palabras en esta Nochebuena quiero dedicarlas a quienes vivís en la isla de La Palma y estáis pasando, desde hace tres meses, una situación tan dolorosa y difícil. El volcán os ha dejado a muchos sin hogar, sin medio de vida y a todos nos ha llenado de tristeza.
Hoy nuestro corazón y nuestro pensamiento siguen con vosotros. Nos sentimos muy cerca y sabéis que tenéis nuestra solidaridad y que contáis con el trabajo y el compromiso de todas las Administraciones para que podáis reconstruir, cuanto antes, vuestras vidas, vuestra economía, y rehacer así vuestros proyectos con ilusión.
El año pasado, en mi mensaje de Navidad, compartí con vosotros la necesidad de hacer un gran esfuerzo colectivo que nos permitiera superar la COVID-19, con la esperanza puesta en la ciencia y especialmente en las vacunas.
Un año después —y siempre con toda la prudencia necesaria— la situación es diferente. Hemos avanzado sustancialmente en la lucha contra la pandemia gracias al descubrimiento y autorización de las vacunas, al gran número de españoles que se ha vacunado así como al propio proceso de vacunación en nuestro país, del que podemos sentirnos especialmente satisfechos.
Aun así, estamos viendo que el virus todavía tiene la capacidad de hacernos daño, de muchas maneras. Se vuelve a transmitir muy rápidamente y, por tanto, el riesgo no ha desaparecido. Al contrario. Por ello, debemos seguir teniendo cuidado, protegernos y actuar con la mayor responsabilidad individual y colectiva. Todos tenemos que hacer lo posible para no dar pasos atrás en esta crisis sanitaria que tanto sufrimiento ha causado; y a cuyas víctimas recordamos, especialmente, en estas fechas. Y nuevamente al personal sanitario —en estos momentos— les damos inmensas gracias, con todo nuestro apoyo y ánimo.
También en este último año muchos ciudadanos continúan padeciendo las consecuencias sociales, económicas y también emocionales derivadas de la pandemia. Por una parte, nuestra economía ha vuelto a crecer y a recuperar la gran mayoría de los puestos de trabajo que se habían visto temporalmente suspendidos; y la cifra de ocupados evoluciona a un ritmo realmente positivo. Pero por otra, ha aumentado el número de personas en situación de vulnerabilidad, y hoy en día existe preocupación en muchos hogares por la subida de los precios, el coste de la energía o por las dificultades para encontrar un empleo estable, especialmente para los jóvenes.
Y junto a todo ello, es verdad que en el mundo es un hecho que los países dependemos, cada vez más, los unos de los otros; y que se requieren soluciones a nivel mundial para muchos de los desafíos que compartimos, como es el caso de la salud, que exige una colaboración internacional más eficaz y más reforzada.
También, las nuevas tecnologías están cambiando los tradicionales modos de producción de las empresas y por tanto influyen en el concepto mismo del trabajo, tal y como siempre lo habíamos conocido; la ciencia avanza, y para bien, pero está modificando muchos aspectos de nuestras vidas personales y en comunidad. A la vez observamos cómo, en ocasiones, se ponen a prueba nuestras convicciones, nuestros valores o se ven afectados nuestros principios de organización social y de convivencia en libertad.
Estos son algunos ejemplos delos retos que tenemos por delante y que muestran los tiempos tancomplicados que vivimos; tiempos que nos obligan a permanecer muy alerta en un escenario, sin duda, lleno de incertidumbres y de contrastes.
Ante esta situación ¿qué hacer?, ¿tenemos que dejarnos llevar por elpesimismo?; ¿debemos caer en el conformismo, esperando que los problemas se resuelvan por sí solos? Yo creo que no.
Creo, por elcontrario, que debemos reaccionar: Debemos entender y asumir las nuevastransformaciones que —de manera tan acelerada— estamos viviendo, tomarla iniciativa e intentar ir por delante de los acontecimientos; ydebemos igualmente adaptarnos rápidamente a los cambios, teniendosiempre claros nuestros grandes objetivos y prioridades como país.Porque también es un tiempo de nuevos proyectos, de nuevas ideas y oportunidades; de iniciativas llenas de ambición por mejorar y progresar.
Todos deseamos una sociedad avanzada en loeconómico y social, con empleo estable y digno, y con un Estado delBienestar sólido; queremos una sociedad que siga impulsando la igualdadentre hombres y mujeres, que favorezca el progreso individual y social; y aspiramos —por supuesto— a que sea puntera en tecnología, eninnovación, que esté en la vanguardia de la lucha contra el cambioclimático y plenamente comprometida con la sostenibilidad de nuestroplaneta y su equilibrio medioambiental.
Creo sinceramente que los desafíos que tenemos por delante representan para España, como paramuchas otras naciones, una auténtica encrucijada; pero son sin duda unaoportunidad histórica, incluso una exigencia para ponernos al día, paraactualizar y modernizar nuestro país, manteniéndonos firmes en nuestrosprincipios democráticos y en los valores que inspiran nuestraconvivencia. Porque en lo que hagamos o decidamos de ahora en adelanteestá en juego que podamos seguir progresando junto a las naciones másavanzadas o que perdamos el paso en nuestro camino.
Y en esa grantarea, las instituciones tenemos la mayor responsabilidad. Debemos tener siempre presente los intereses generales y pensar en los ciudadanos, en sus inquietudes, en sus preocupaciones, estar permanentemente a suservicio y atender sus problemas. Debemos estar en el lugar queconstitucionalmente nos corresponde; asumir, cada uno, las obligacionesque tenemos encomendadas; respetar y cumplir las leyes y ser ejemplo deintegridad pública y moral.
Para todo ello, el entendimiento y lacolaboración son actitudes necesarias que dignifican las instituciones;más aún, las fortalecen, porque generan la confianza de los ciudadanos. Y las diferencias de opinión no deben impedir consensos que garanticenuna mayor estabilidad, mayor bienestar en los hogares y den la necesaria tranquilidad a las familias ante su futuro.
Pero sin duda,también la sociedad tiene que desempeñar un papel esencial en estostiempos de cambio. Las circunstancias, muchas de ellas nada fáciles, que nos ha tocado vivir, sobre todo a lo largo de estos últimos 40 años,nos han forjado como una sociedad fuerte y responsable; y enormementesolidaria, como hemos comprobado desde el comienzo de esta pandemia. Son nuestros valores cívicos, junto al talento, la vitalidad y la energíaque tenemos en la industria, en los servicios o el campo, los que debenestar muy presentes en la construcción de nuestro futuro.
Si sabemos adónde nos queremos dirigir, también debemos ser conscientes de dónde venimos:
El cambio tan profundo de España en estas más de cuatro décadas dedemocracia y libertad ha sido extraordinario, y no ha sido fruto de lacasualidad. Se ha basado en el esfuerzo y el sacrificio de muchaspersonas, de millones de españoles. Y se ha debido a muchas razones:sentido de la historia, grandes acuerdos, generosidad, responsabilidad y visión de futuro.
Ese gran proyecto de transformación losimboliza y representa nuestra Constitución, con la que nos integramosplenamente en las modernas democracias occidentales y cuyo espíritu nosconvoca a la unidad frente a la división, al diálogo y no alenfrentamiento, al respeto frente al rencor, al espíritu integradorfrente a la exclusión; nos convoca permanentemente a una convivenciacívica, serena y en libertad.
La Constitución ha sido y es la viga maestra que ha favorecido nuestro progreso, la que ha sostenido nuestra convivencia democrática frente a las crisis, serias y graves dedistinta naturaleza, que hemos vivido, y merece por ello respeto,reconocimiento y lealtad.
Y nuestro futuro como país va muy de lamano de la Unión Europea; así lo entienden mayoritariamente losespañoles. Europa fue una aspiración y un objetivo, y hoy es una granrealidad política, económica, social y cultural, en la que compartimoscon nuestros socios nacionales europeos unos mismos valores democráticos que nos ofrecen un marco institucional de estabilidad, de seguridad, yde confianza. Y también de nuevas oportunidades.
Hemos visto comola lucha contra la pandemia, con toda su complejidad, ha reforzado a lapropia Unión, que ha asumido compromisos muy importantes —sinprecedentes— en salud, economía y empleo. Y ahora la Unión se abre a laoportunidad de invertir fondos europeos en la modernización de nuestropaís y de nuestras empresas, en una economía necesariamente cada vez más digital, más verde y más inclusiva. Es una ocasión única que no podemos desaprovechar.
El momento es difícil, desde luego, perodetenernos hoy es quedarnos atrás; es retroceder. Hay que seguiradelante porque la Historia nos enseña que los españoles hemos sabidocómo reaccionar y sobreponernos ante las adversidades. Ahora se abreante nosotros un futuro que nos exige ─a todos─ responsabilidad,voluntad de colaborar y entendernos; y necesita —ese futuro— queconfiemos más en nuestras propias fuerzas como Nación. Y no tengo dudade nuestro compromiso, de nuestra capacidad; y de que, con decisión, con empuje y carácter, lo conseguiremos.
No me extiendo más, perorecordemos que esta noche también hay muchas personas velando pornuestra salud, por nuestra seguridad y tranquilidad, y garantizando losservicios públicos… Todos ellos, merecen nuestro reconocimiento y queles tengamos especialmente presentes en estas fechas.
Gracias porvuestra atención; y con la paz y la alegría que esta noche representa,junto a la Reina y nuestras hijas la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, os deseo a todos que tengáis una muy feliz Navidad y Año Nuevo.
Eguberri On, Bon Nadal, Boas Festas.
西班牙国王费利佩六世2021年圣诞致辞
Mensaje de Navidad de Su Majestad el Rey
Palacio de La Zarzuela. Madrid, 24.12.2021
El Mensaje de Navidad del Rey de este año 2021 (completo en PDF)
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Muchas gracias! 感谢楼主了,谢谢分享
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