Esta es la historia de Niulang y Zhinv, una leyenda tradicional china que cuenta el amor entre dos jóvenes pertenecientes a diferentes jerarquías: un ser mortal y otro elemental.
Niulang era un pastor bondadoso que vivía en un pueblito tranquilo, llevando una vida rutinaria. Un día, mientras estaba limpiando la ropa en la orilla del río, vio a una chica hermosa con cuerpo grácil y tez de porcelana. A primera vista, sin saber de que era un hada costurera escapada del cielo, se enamoró de ella. Como que a la chica ,llamada Zhinv, también le gustaba el joven, los dos dedicieron casarse. De día, Zhinv tejía cuando Niulang cuidaba el ganado y trabajaba en el cultivo. Posteriormente, tuvieron dos hijos, y vivían felizmente.
Pero su felicidad se fue al traste cuando se enteró de este matrimonio la emperatriz de Jade. Se sintió agredida la suprema divinidad, en la cual se prohibía explícitamente la unión de un hombre mortal con una hada. Mientras que la emperatriz apresaba a Zhinu en camnio al cielo, el pobre esposo les seguían y perseguían sin descansar, pidiendo a la emperatriz que les permitiese estar juntos. Pero, esta acto desobediente hizo aumentar aún el enojo de la diosa. Ella sacó su horquilla con la que rayó una Vía Láctea en el cielo, dejando separados para siempre a la pareja.
No obstante, el emperador, conmovido de este amor fiel y la constancia del pastor, decidió permitir a NiuLang y ZhiNu que se reunieran una noche al año, que es la séptima del séptimo mes según el calendario lunar. A fin de que no se apartase por la distancia, en este día de cada año, vienen las urracas a formar un puente para poder reunirse la familia.