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本帖最后由 Luz010 于 2019-6-24 14:49 编辑
Cuenta atrás para evitar el fin del gran juez del comercio mundial El bloqueo estadounidense de la Organización Mundial del Comercio hace temer el fin del orden multilateral a favor de un sistema donde el más fuerte imponga sus reglas 世界贸易组织的美国封锁害怕终结多边秩序 LUIS DONCEL Madrid 23 JUN 2019 - 10:15 EDT
Ya lo advirtió la comisaria europea de Comercio(贸易欧盟委员). “Estados Unidos intenta matar a la OMC desde dentro”,decía Cecilia Malmström en octubre de 2017. No han pasado ni dos años, y laamenaza parece hoy más real que nunca.
El próximo 10 de diciembre vence el mandato de dos juecesdel Órgano de Apelación(上诉机构), el más importante de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Si nadielo evita —y no parece que nadie pueda hacerlo— el bloqueo estadounidense paranombrar sustitutos culminará entonces, dejando inoperativo(不可操作)el tribunal responsable de dirimir(调解)los conflictos comerciales de 164 países. Así, laAdministración de Donald Trump habrá logrado su objetivo de boicotear(抵制)este organismo nacido en 1995. Las fuentes consultadastemen que este sea el principio del fin de un orden multilateral en el comerciointernacional. Y que sea sustituido por un sistema de negociación entre países,en los que los dos grandes bloques, EE UU y China, impondrían a los demás suscondiciones.
“Cuando no hay normas impera(控制)la ley del más fuerte, que es lo que pretende EE UU. LaUE, que por ser uno de los grandes bloques comerciales del mundo tiene podernegociador, intenta salvar el sistema no solo para defenderse a sí misma. Losque más problemas tendrían en este nuevo escenario serían los países en vías dedesarrollo”, asegura José Luis Káiser, director de Política Comercial en laSecretaría de Estado de Comercio.
La Unión Europea lleva meses tratando de impulsar(推动)una reforma que, además de satisfacer a losestadounidenses, logre adaptar la OMC, el organismo que sustituyó al GATT关税贸易总协定 (Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio) a la eradigital. Habría que hacerlo más ágil en asuntos como la propiedad intelectual,los derechos de protección de inversión o el comercio electrónico. “La OMCclaramente no estaba diseñada para acoger(庇护)a economías planificadas como la china, con un fuertepeso del Estado en la producción”, admite desde Hong Kong Alicia GarcíaHerrero, economista jefa de Natixis para Asia-Pacífico.
“Ha llegado a haber 11propuestas de reforma, pero a EE UU no le convence ninguna. Sabemos qué nogusta en Washington de la actual OMC. Pero no dicen claramente qué quieren paralevantar el bloqueo. Mientras el resto de miembros plantea alternativas, EE UU solodice no, sin plantear nada a cambio”, aseguran fuentes conocedoras(内部来源)de las negociaciones. “La situación actual es muydecepcionante(令人失望的). Es muy prontopara saber si nuestro intento de reformar el organismo tendrá éxito, pero nostenemos que preparar para una situación en la que el Órgano de Apelación dejede funcionar”, añaden en la Comisión Europea(欧盟委员会).
Ante las dificultades para poner de acuerdo en unareforma a los 164 países miembros, Bruselas(比利时)trata de impulsar, como informó EL PAÍS, una especie deOMC paralela en la que no participe EE UU y en la que se diriman(调解)las diferencias comerciales. Esta nueva vía de arbitraje(调解), a la que países como Japón, India, Rusia o Suráfrica yahan mostrado su apoyo, sería un mecanismo temporal a la espera de que la OMCauténtica volviera a estar operativa. “Ya existe una masa crítica que apoyaeste sistema paralelo. Muchos países tienen preocupaciones por cómo funciona laOMC, pero no hasta el punto de bloquearlo. En ese organismo, los socios máspequeños plantean casos en igualdad de condiciones. Es la única manera deprotegerse de las arbitrariedades de los grandes”, añaden fuentes comerciales.
El intento de crear un sistema paralelo no significa quela UE haya renunciado a la reforma de la OMC. “Pero no podemos garantizar eléxito de la reforma. Así que hemos iniciado vías para proteger nuestrosintereses legales en casos en disputa(争论)”, concluyen fuentes europeas.
Pero la duda es si esa recuperación de la OMC va a llegaren algún momento: si la crisis del organismo que encabeza el brasileño RobertoAzevedo atraviesa tan solo un bache(坎坷)o camina de forma inexorable(无情的)hacia la irrelevancia(不重要). Esta última opción es la que se teme García Herrero,que ve en la OMC “un Titanic al que se agarran los europeos”. El declive(倾斜)de este organismo, asegura, afectará negativamente alcomercio internacional, “puesto que no habrá la posibilidad de un arbitrajebajo un paraguas común”.
Los problemas de la OMC no son nuevos. Las anterioresAdministraciones de EE UU ya habían criticado duramente al Órgano de Apelaciónpor considerar que se excedía en su mandato y que dictaminaba en demasiadasocasiones contra los intereses norteamericanos. Pero no ha sido hasta lallegada de Donald Trump cuando la Casa Blanca ha amenazado con ignorar lassentencias(判决), que, frente a loque ocurría en la época del GATT, son de obligado cumplimiento para los 164países miembros. Washington, por el contrario, considera que la OMC sesobrepasa en sus funciones e invade su soberanía nacional.
“Va a ser muy difícil lograr unareforma, pero a la UE no le queda otra opción que intentarlo y esperar que EEUU y China comprendan que en una guerra comercial pierden todos. Mientras,Bruselas también ha de buscar un plan b, que sería la búsqueda de acuerdosbilaterales si el mundo se parte en dos bloques”, analiza Federico Steinberg,investigador del Real Instituto Elcano.
Una buena ocasión para ponderar la pérdida de peso de laOMC será la reunión del G20 de esta semana en Osaka (Japón). El comerciomundial estará atento(全神贯注的)si en el comunicado final EE UU da alguna señal de desbloqueo(解冻)de la OMC. Pero las fuentes consultadas lo consideranpoco probable. “Lamentablemente, parece que el organismo va a ser cada vez másirrelevante. China podría asustarse al ver que su economía se desacelera o EEUU podría cambiar de política, sobre todo si Trump no es reelegido. No estátodo perdido. Pero si no se toman medidas ya para corregir el rumbo, será muydifícil”, concluye Steinberg.
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