La industrialización(工业化) y el éxodo(迁移) del campo a la ciudad se llevó por delante la familia extensa大家庭(三代以上同堂), aquella en la que varias generaciones compartían techo, incluidos tías y tíos disminuidos(智力低下的,有残疾的) o solteros. Poco a poco fue sustituida por la familia nuclear, integrada por(由...组成) los padres y dos hijos. Este modelo ha sido el predominante durante mucho tiempo, pero ahora está en claro retroceso en España, según datos del INE, el instituto estadístico.
La familia nuclear 核心家庭sigue siendo mayoritaria (31,8%), pero desde hace un tiempo, y de forma acelerada, los hogares españoles albergan una variedad cada vez mayor de formatos familiares. Crecen, por ejemplo, los unipersonales独身家庭 (23,2%) y no solo en la tercera edad por haber enviudado, sino entre los menores de 65 años. Estos últimos representan el 13,7% del total. También aumentan las parejas sin hijos, que en 10 años han crecido y suman el 21% de los hogares.
Irrumpen también con fuerza nuevas formas de familia, como la monoparental单亲家庭 (9,3%) compuesta por(由...组成)un padre o una madre y sus hijos, que puede ser fruto de una ruptura o una pérdida(分手,离异), y también, cada vez más, de una libre elección. Este es el caso de las mujeres que recurren a un banco de semen(精子银行) para ser madres y constituyen una familia en solitario. Y está también la familia reconstituida/reconstituida重组家庭, formada por una pareja que aporta hijos de anteriores convivencias.
Toda esta diversidad(多样性) plantea nuevas necesidades que exigen soluciones también nuevas. En los supermercados sigue vigente el tamaño familiar, por supuesto, pero cada vez ocupan más lugar las monodosis(?) y los surtidos搭配 (de fruta, de verdura, de carne...) para solteros y solitarios. Hasta el lenguaje necesita reinventarse重塑 porque no es fácil para un niño explicar que su madre le concibió de un banco de semen o aclarar que ese señor que le viene a recoger es “el abuelo por parte de la compañera de mi padre”.
Pero lo más relevante es que最重要的是, en conjunto, son hogares con menos niños, y eso sí que va a ser un problema. Las políticas sociales no solo deberían adaptarse a las nuevas formas de familia, sino que deberían plantear medidas concretas para facilitar que, cualquiera que sea su forma, no tenga que renunciar a tener hijos por carecer de las condiciones necesarias.