海明威与奔牛节

Weisz

El espíritu de Hemingway vuelve por sanfermines

Amante de los toros y de España, bebedor empedernido（不可救药的）, su genio y su pasión por los encierros pamplonicas（Pamplona的） ha quedado reflejado para la eternidad en una de sus obras más famosas: “Fiesta(《太阳照常升起》)” (1926).

Hemingway fue tan aventurero como los personajes de sus novelas y así, por ejemplo, se inspiró en el cubano Gregorio Fuentes para dar vida a “El viejo y el mar（《老人与海》）”, después de forjar con él una amistad y contratarlo como patrón del yate（游艇）.

“Mi primera orden es que te tomes un whisky conmigo y la segunda que nos vamos a pescar ahora mismo al golfo（海湾）”,  contaba el cubano que le dijo el escritor.

“El deber（责任） y el placer eran dos ramas de un mismo árbol” para el autor, en palabras de su nuera y secretaria personal Valerie Hemingway.

Pasión por los toros
Hemingway conoció muy bien España y fue un gran entusiasta de la tauromaquia（斗牛术）, lo que quedó reflejado no solo en “Fiesta” (1926), sino también en “Verano peligroso（《危险的夏天》）” (1959), novela póstuma（遗著） en la que se narra el duelo que el escritor imaginaba entre los toreros Antonio Ordónez y Luis Miguel Dominguín, con los que mantuvo una gran amistad.

El autor de “Por quién doblan las campanas（《丧钟为谁而鸣》）” (1940) se alistó como voluntario en el ejército durante la Primera Guerra Mundial, donde resultó herido.

Antes de dedicarse a la literatura fue periodista e, incluso, informante del FBI en Cuba, donde vivió durante veinte años y donde sus más allegados le llamaban “Papa”.

De ahí, sus consejos para los nuevos novelistas:

“si quiere ser escritora, tiene que escribir, no hablar ni pensar en eso, solo hacerlo, y escribir solo sobre lo que realmente se conoce, no inventar ni imaginar el tema”.

Toda su trayectoria（轨迹） como novelista le hizo merecedor del Premio Nobel de Literatura en 1954 y le consagró como uno de los mejores escritores del siglo XX.

EFE/Practica Español

擎睿

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